Si yo fuera...
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Objetivos
Romper el hielo o conocer mejor a los compañeros; practicar la expresión oral trabajando en parejas; practicar la estructura condicional y el estilo indirecto, revisión de vocabulario (sustantivos y adjetivos).
Desarrollo
1) Introducción de la actividad
El docente explica que se realizará una actividad de conversación en parejas que nos ayudará a conocernos mejor. Pedirá a los estudiantes que formen pareja con una persona con la que menos hayan tenido contacto. Distribuirá las copias - una para cada uno - y explicará las instrucciones para la primera actividad.
2) Primera actividad: Si yo fuera una fruta sería...
El docente explicará las instrucciones. Es importante que quede claro que deben usar su imaginación, pensar en las características del objeto y relacionar su personalidad con estas características. NO SE TRATA DE MENCIONAR LA FRUTA O EL OBJETO QUE LES GUSTA, sino identificarse con aspectos de los objetos en la lista.
Este proceso mental requiere bastante abstracción; por eso es importante dedicar tiempo a explicarlo hasta asegurarse de que se ha comprendido lo que se debe hacer. El docente puede pedir que se lea en voz alta el ejemplo que se incluyó al final de la actividad.
Luego podría preguntar:
¿Cuáles son las características de la fruta elegida? (simple, sin complicaciones, sencilla, sana, va bien con varias comidas)
¿Cómo es la personalidad del autor?
Y hacer el siguiente esquema en la pizarra:
manzana >>> simple, sin complicaciones, sencilla, sana <<< personalidad del autor
3) Actividad final
El docente da instrucciones para que trabajen con un compañero distinto, contándole lo que han aprendido sobre otro compañero en la actividad anterior. Antes de que empiecen, aprovechar para escribir en la pizarra algunas frases revisando el estilo indirecto, elicitando de los estudiantes las frases y estructuras que se usan para decir lo que otro dijo. Luego comienzan los diálogos y el profesor monitorea.
El docente puede ir tomando nota de los errores que escucha, anotar los más importantes en la pizarra y después de la discusión dirigir la atención del grupo a las anotaciones, dándoles la oportunidad de que sean ellos los que corrijan los errores y abriendo un espacio para la reflexión metalingüística.
Se puede redondear toda la actividad con una puesta en común reflexionando sobre cómo esta actividad permite conocer aspectos de la personalidad, sobre los objetos con los que tuvieron mayor dificultad para identificarse, etc.
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